La protagonista de MI PROPIA HORCA es un tipo femenino interesante por las múltiples facetas de su carácter. Mujer mundana, siente correr por sus venas una savia sanguínea de supuesta filiación aristocrática. Pero su mundo se derrumba un día. Cae entonces en el profundo abismo de la desesperación y no ve otra salida a su drama que refugiarse en la soledad. Mas no lo consigue. Enamorada de un frívolo compañero de estudios, se casa con él, como medio de sustraerse a su desilusión desesperante, sin advertir la tormenta que se cierne sobre ella, pues bajo la brillante capa que reviste a su marido, se oculta un temperamento falto de voluntad, que, para completar aún más la tragedia de ella, la lleva al campo, al que siempre había odiado. Acaso por su falsa aristocracia, que la marea, no puede soportar esa vida dura. Por eso, el cambio bruseo de un medio a otro, en que se siente extraña, lévala al borde de la demencia, con un profundo odio a su esposo. Y al dejarse dominar por ese estado, baja y baja más, hasta llegar a una peli grosa situnción de anormalidad psíquica. Sin embargo, por una de esas extrañas reacciones del alma humana ante el peligro, de pronto enfrenta decididamente In realidad, comprende su error, trata de repa rarlo, advierte la belleza y pureza de las costumbres que antes ha des preciado, y en el momento supremo, al borde de la ruina material, ayuda a reconstruir el hogar que ella contribuyó a poner en el camino de la destrucción. Esta novela extraordinaria es el fruto de profundos estudios y observaciones del carácter y de las reaeciones humanas. Hombres y mujeres aparecen espiritualmente desnudos, con sus grandezas y sus flaquezas. Sus conciencias son exhibidas con cuanto tienen de hermosas y de mezquinas.